viernes, 16 de mayo de 2014

te gustaba mirarme detrás de la carta de postres

¿Qué se debe de hacer cuándo se ha tocado fondo? ¿Qué se hace cuándo después de caerte una y otra vez y levantarte cada una de ellas te vuelven a tirar a la lona? Cuándo dedicas tu vida a demostrar que puedes cambiar, cuándo se lo demuestras y el resultado es acabar sintiendo que lo has perdido todo.
Hacía tantísimo tiempo que no me sentía tan mal, tan como una mierda, que no lloro sólo por rabia y por conservar el mínimo orgullo que me queda.
Sigue pasando el tiempo, y sigue la gente sin valorar lo que se tiene y a la vez se desprecia.
Y ya no se qué hacer. Para que seguir intentándolo. He fracasado en todo lo que he intentado conseguir. En todo lo que he amado.
No han cesado de destrozar este corazón, al que ya sólo le queda rabia. El mismo que hace un año decía que iba bien por ese camino: que no me dejasen de atar, que si lo hacían volverían a destrozarlo. Que siguiera siendo un cabrón, un insensible y no sintiera el mínimo afecto por nadie. Maldito sea en que dejé de hacerle caso.
Me gustaría mentirle y decirle que no albergaré esperanzas de que algún día seas capaz de ver tu error. Pero mi corazón, el más idiota de todos, siempre esperará que alguien le cuide. Sólo se que ahora me toca entonar la canción más fea del mundo.



D.