domingo, 12 de junio de 2011

al fin, la verdad.

Al fin, la verdad. 

La que debería haber sabido hace mucho tiempo. La misma que se ha envuelto en un halo de misterio durante mucho tiempo. La misma que estaba tapada por muchas personas, cómplices e inocentes todas ellas de pagar con el horror de atraverse a mirar a mi cara sin sentir un halo de remordimiento.

La misma de la que tú me has negado. Una y otra vez. Hasta cuándo ya no nos unía nada. La misma que podrías haberme negado si ahora te lo hubiera preguntado. La misma que si yo la tuviera que ocultar me moriría.

Que hipócritas fuimos. Accedimos alargar algo que hace un tiempo se debió de terminar.
Que imbéciles fuimos. Y qué poca verguenza la tuya de continuar la agonía. Aquella que desde el momento que pusiste la mina sabrías que algún día me explotaría a mí y no a tí.
Que cojones tienes. Todo lo que has hecho habiéndome clavado la puñalada ya. Reprochar cosas que tú hiciste primero.
Que sangre fría tienes. Dejarme agonizando siendo tú la que disparaste.

No intentes decirme ahora que confíe en tí. No confíes en que te trataré como alguien más. No trataré de creerte. Y creer que no intentes que sea el mismo contigo.
Contigo. Empiezo a odiar esa palabra.

Muchas veces he pensado que me he pasado al juzgarte de una determinada forma, de haber dicho cosas de tí que no debía, de publicar incluso aqu´cosas que no te mereces. Ahora me he dado cuenta. Las palabras duelen menos que los actos. Y mis palabras son bello jardín en comparación con tus actos.

Te querré en silencio pero te odiaré con más ganas que nunca.

Ya te lo dije una vez. Tú y yo nunca podremos ser amigos. Lo que no sabes es que ya no quiero ser nada de tí. Ni que me recuerdes. Ni que me aprecies. Porque ya tienes lo que querías.
Eres libre para hacer lo que quieras sin importarme.
Eres libre para olvidarme.





D.

jueves, 2 de junio de 2011

desde aquel momento..

Aún intento recordar cuándo fue el primer día en el que te ví. En qué condiciones. En qué sentía la primera vez que nuestros ojos se cruzaron cuándo nos dirigimos nuestras primeras palabras, cuándo disfrutamos juntos. Es increíble, no lo recuerdo.

Lo intento recordar porque ese día fue clave en mi vida. Sé que en la tuya no, pero eso no me importa, no he venido a hablar de tí. Sino de mí. Y de mí y de ese día he venido a contarte.

Todo lo que soy se decidió aquel día. Todo lo que iba a ser se esfumó aquel día. Todo lo que soy ahora nació ese día. Lo bueno. Lo malo.

Es curioso como determinadas acciones o actos pueden cambiar tu vida y su rumbo, y luego nunca saber si al desviarte de él hiciste lo correcto o no.


Porque si no te hubiera conocido, a lo mejor ese año hubiera aprobado mi Bachiller. A lo mejor sería universitario. Vete tu a saber en qué carrera y con qué salidas, pero sé que distinto a lo que tengo ahora.
Porque si no te hubiera conocido, no saldría de fiesta con el único fin de buscar otros labios para no pensar en los tuyos, en tocar otros cuerpos para olvidarme del tuyo, en no buscar a la vez el amor y el "aquí te pillo, aquí te mato". En convertirme en un cabrón repulsivo cuándo llego a casa y me doy cuenta de lo que he hecho.

Porque si no te hubiera conocido, estoy seguro de que no hubiera conocido a una gran amiga, a una clase como la que tengo y a muchos otros. No digo que sea malo, no. Sino que hubiera sido diferente. Probablemente tan siquiera saldría con la gente con la que salgo, me divertiría vete tú a saber con quién, de qué forma y el ritmo de vida que llevaría.

Porque si no te hubiera conocido, a lo mejor tendría otro futuro, estaría trabajando, o tendría dinero o compañía para estar viajando por el mundo sin que tuviera que pensar que ahí, en el Empire State deberías estar tú.

Porque si no te hubiera conocido, no hubiera conocido el amor, no hubiera conocido la enorme desdicha de perder a alguien, de sufrir con alguien, de esa sensación de soledad. A lo mejor me hubiera llevado otras decepciones, eso seguro, pero menos dolorosas de las que sigo cargando sobre mis hombros.


Mi carácter. Mi personalidad. Mi presente. Mi futuro. Mis amigos. Mis decisiones. Mis actos.
 Es curioso saber que en un instante, toda tu vida puede dar un giro de 180º. Una vuelta a la tortilla. El mundo del revés. Y tú sin saberlo.

 Creer que hechos tan importantes como hacer la Selectividad, tu comunión, tu graduación, tu boda, tu primer polvo, tu primera nómina, el nacimiento de tu hijo, etc son los que deciden tu vida y marcan su dirección. Y equivocarte.

Tu vida se decide en cualquier instante sin tu saber que va a ocurrir así y realizar actos sin saber lo que estás haciendo.
Yo por ejemplo podría haberte evitado ese día y muchos otros si lo hubiera sabido, pero no lo hice y así es el que está escribiendo ahora aquí.


Ahora yo te voy a hacer una pregunta, que es demasiado complicado de contestar.¿Preparada?Allá va.

¿Cómo te sientes al saber que has decidido el rumbo de mi vida?





D.